LOS VALORES DEL PROYECTO EDUCATIVO DEL IES EMILIO FERRARI

En esta entrada hablaré del proyecto educativo del instituto IES Emilio Ferrari, el cual fue mi instituto durante mi adolescencia y juventud, y en concreto, de los valores de este mismo proyecto. 

Antes de hablaros de su proyecto educativo querría daros algunas pinceladas de lo que fue (y es) el instituto público IES Emilio Ferrari. El Ferrari (como se le conoce coloquialmente, sobre todo por los residentes de La Victoria y Puente Jardín, los cuales son los dos principales barrios proveedores de alumnos del Ferrari) es un instituto ubicado justo al lado de la Feria de Muestras de Valladolid, entre Antares y el Barrio de La Victoria. Este instituto siempre ha sido considerado como un instituto lleno de alumnos conflictivos y en el que los conflictos entre alumnos o entre alumnos y profesores están a la orden del día. Mi experiencia allí no fue del todo mala, si que es verdad que cuando entre yo había bastante conflictividad, pero a medida que los cursos fueron pasando la conflictividad se fue reduciendo y la vida en el Ferrari se hizo más tranquila. Si que es cierto que muchos conocen al Ferrari como el "Vietnam de los institutos", pero aquí tengo que decir que hay mucha leyenda urbana, y que gracias a esta, siempre ha girado en torno al Ferrari la idea de que de allí solo salen maleantes y delincuentes, no puedo decir nada más que eso es todo falso, y esto es algo que puede corroborar mi compañero de máster Alexandre García Macovio, otro alumno de este notorio instituto. Y tengo que romper otra lanza, en este caso, por mis profesores, todos ellos fueron profesores excepcionales (algunos un poco menos) que se esforzaban por transmitir el conocimiento del que eran portadores a su alumnado.

Mural realizado por el famoso pintor y muralista Manolo Sierra y que se encuentra en el vestíbulo del instituto IES Emilio Ferrari

Analizando el proyecto educativo se pueden extraer toda esa serie de valores bajo las cuales se regia el Ferrari, estos valores son:

  • La educación ambiental para que los alumnos tomen conciencia del impacto ambiental que produce cualquier contaminación ambiental, fomentar la reutilización y el reciclado de materiales y que estos adquieran una gran sensibilidad y respeto por el medio ambiente. En cuanto a esto, prácticamente todos los profesores eran proclives a enseñarnos la importancia de la educación medioambiental, sobre todo los de Ciencias, ninguno quitó valor a la importancia de cuidar el medio ambiente.
  • Igualdad de oportunidades para que los alumnos sean capaces de descubrir e integrar el hecho de la diversidad y las diferencias como un valor y riqueza. Durante mi etapa en el Ferrari todos los profesores fueron categóricamente firmes en esta cuestión, de la necesidad de promover la atención a la diversidad y  la igualdad de oportunidades, en este punto nunca hubo ningún problema.
  • La educación moral y cívica del alumnado. Transmitir al alumnado valores como la justicia, solidaridad, participación democrática, libertad... Este valor fue siempre un punto débil dentro del Ferrari, los profesores si que trataban de transmitirnos estos valores, pero les era prácticamente imposible cuando tenían que transmitir los conocimientos de sus otras asignaturas y solo existió durante unos pocos años una asignatura dedicada a inculcar estos valores (la siempre controvertida Educación para la Ciudadanía)
  • La educación sexual. Otro punto débil dentro de los valores que propugna el Ferrari, ya que durante mi estancia las charlas sobre educación sexual fueron una o dos, y a parte de estas efímeras charlas, esta educación sexual brillo por su ausencia.
  • Multiculturalidad. La multiculturalidad fue un punto muy importante dentro de mi estancia en el Ferrari, teniendo en cuenta que la diversidad en el origen del alumnado era algo muy común en un instituto de barrio como el Ferrari. Nunca se permitió ningún desprecio a nadie por su raza, cultura o religión mientras estuve yo allí, había conflictos, y muchos, pero nunca relacionados con la raza, la cultura o la religión (por lo menos yo no presencie ningún conflicto en torno a ellos).
  • Igualdad entre ambos sexos. En este caso yo nunca observe ninguna discriminación por razón de sexo en mi instituto, y siempre que se podía intuir alguna, los profesores actuaban inmediatamente y con determinación..
  • Disciplina. Pese a que existía la disciplina en el Ferrari (dejando de lado toda la leyenda negra en torno a el mismo), no existía un régimen disciplinario efectivo, y en muchos casos, la disciplina era arbitraria y no dirigida para acabar con los conflictos de raíz, por eso al final, los conflictos se seguían sucediendo con regularidad.
  • Cooperación entre padres y tutores. Este punto es el único que no puedo comentar siguiendo mi propia experiencia, pero algo de cooperación debía de existir ya que las excursiones, las actividades fuera de aula y las reuniones del AMPA nunca faltaron durante mi etapa estudiantil.

El proyecto educativo del Ferrari, el cual esta configurado por 52 paginas, es interesante, y establece todos estos valores que antes he comentado en función de mi experiencia en el IES Emilio Ferrari. Estos valores son algunos de los que propugna el proyecto educativo, aunque a partir de mi estancia en el Ferrari pude observar que existían muchos más, me refiero a valores como el compañerismo, la empatía, la amistad, la educación emocional... y muchos más que no aparecen reflejados en un memorándum como es el proyecto educativo, pero que solamente tras pasar por un instituto tan peculiar y vivaz como el Ferrari puedes llegar a apreciar.

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