UN PULSO AL FRACASO ESCOLAR Y LA TAREA DEL PROFESOR

Esta entrada basa su premisa en un documental de Radio Televisión Española que tiene de nombre "Un pulso al fracaso", el cual visionamos en la clase de "Procesos y Contextos Educativos" del 28 de septiembre. En este documental se sigue a un grupo de jóvenes que se caracterizan por las dificultades de aprendizaje que sufren, así como por una profusa inestabilidad familiar y psicológica.

La mayoría de estos jóvenes son estudiantes que han pasado por centros de educación secundaria pero que no han logrado adaptarse a los estándares de aprendizaje del alumnado común y, es por ello, que asociaciones como la Fundación Tomillo trabajan por darles una segunda oportunidad en el mundo educativo, en vez de "echarles a los perros" como haría gran parte de la sociedad. 

Esta Fundación Tomillo esta detrás de varios centros encargados de la educación de estos jóvenes, centros que lidian con estos jóvenes problemáticos tratando de encaminarles, no solo en el aspecto educativo si no tambien en el aspecto personal y laboral, da la sensación de que su objetivo es más reformarlos que educarlos, y esto es un aspecto positivo de este centro, puesto que primero se centra en que sean gente respetable y responsable para después educarlos y enseñarles los conocimientos que no han sido capaces de aprender en sus centros de origen, primero formarles como personas y luego como alumnos podría ser su motto. En cierta manera este elemento de "reformatorio"  de esta clase de centros es muy eficaz, se trata de que los alumnos del centro sean escuchados y valorados, pero al mismo tiempo que aprendan disciplina, que sepan que la sociedad a parte de darles, les va a exigir un mínimo que deben cumplir.

Algunos de los valores que se trabajan en el centro son:

  • El trabajo en equipo: los alumnos trabajan en las cocinas repartiéndose las tareas con el objetivo de que el plato final salga correctamente.
  • La empatía y la resolución de problemas de manera razonada: los problemas entre alumnos se debaten en clase y se solucionan  de manera calmada (la empatía esta claramente presente en los debates).
  • La puntualidad:en caso de que los alumnos no lleguen a la hora que empieza la clase no se les deja entrar en el aula.
Juan Antonio Garzón, de 17 años, es uno de estos jóvenes que acuden con regularidad a uno de los centros de la Fundación Tomillo

Centros como el de la Fundación Tomillo son necesarios, puesto que, estos "chicos" con el tiempo  pueden llegar a convertirse en "parias" para gran parte de la sociedad, y no solo para la sociedad, ellos mismos pueden llegar a considerarse "parias", lo cual es algo mucho peor, puesto que ahí ya se les puede dar por perdidos. Deben de existir centros que les hagan conscientes de que tienen mucho que ofrecer a la sociedad y a sí mismos, que ellos son igual de válidos que el resto y que de necesitar ayuda la pueden pedir (siempre y cuando sepan apreciarla y se dejen ayudar).

Otro de los aspectos que quiero comentar en esta entrada es un pequeño análisis de una de las doce tareas docentes que establecen la LOE y la LOMLOE y que me tocó por sorteo en el aula. Esta tarea es la de La promoción, organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros. Esta tarea supone que el profesor es el encargado de estar pendiente y de ser partícipe en todas estas actividades que el Consejo Escolar estime necesarias. Esta tarea supone una carga más de responsabilidad en los hombros del profesor, hombros que a mi juicio ya está suficientemente cargados. 
Hay que tener en cuenta que estas actividades complementarias son actividades que de por si no requieren de horario lectivo para su desarrollo y que no tienen que estar relacionadas directa o indirectamente con la materia que imparte el profesor encargado de desarrollarlas. Se podría considerar esta función como una extensión de la función de tutor que es innata del profesor , por ende, estas actividades son obligatorias y este debe esmerarse en su realización y organización. 
A su favor hay que señalar que esta clase de actividades enriquecen el currículo educativo y que, normalmente, sirven a los alumnos como elemento distractor y a partir del cual, su motivación e interés por  ámbitos de determinadas materias se puede ver despertado e impulsado. Por ende, pese a ser una carga que recae, nuevamente, sobre el profesor, hay que conceder al impulsor de la ley que los viajes de estudios, salidas a teatros, cine, promoción de hábitos saludables, intercambios  con otros países... son actividades que enriquecen a los alumnos y que el profesor debería estar interesado en fomentarlas, puesto que, en muchos casos, les hacen vivir experiencias vitales que les servirán mucho más que cualquier conocimiento aprendido en el aula (o eso pienso ello).

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